Retratos y naturalezas muertas es el último ensayo de marcada vocación artística publicado por Jiménez Lozano hasta la fecha. Al igual que Los ojos del icono o Estampas y memorias, este volumen se hace acompañar de láminas fotográficas que contextualizan cada uno de los breves excursos teóricos que sobre pintura principalmente se realizan en esta obra. Con Retratos y naturalezas muertas vuelve nuevamente sobre temas anteriormente tratados. Se repiten comentarios sobre pintores y obras pictóricas con las que el lector de las obras de Jiménez Lozano ya se halla lo suficientemente familiarizado. Quizás sea éste la principal razón para que el autor haya confeccionado una obra mucho más compleja y densa que las anteriores. Confeccionado siguiendo un esquema similar al de Sobre judíos, moriscos y conversos, es decir, la conversación interior del propio escritor -aunque esta vez a través de artículos separados-, en Retratos y naturalezas muertas se revelan confidencias estéticas sobre lugares comunes en la ensayística de Jiménez Lozano. En esta obra se repasan pinturas como el exvoto de Mère Agnès Arnauld y Soeur Catherine de Sainte-Suzanne Champaigne de Philippe de Champaigne, la Magdalena Terf de De la Tour o las de autores en los que el tratamiento del claroscuro alcanzó sus máximos niveles de expresión, como son Caravaggio o Artemisia Gentileschi. Esta obra también es reincidente en asuntos como el desengaño del mundo y la verdad de la muerte que deja entrever la estética barroca o la actitud acusadora de las personajes victimizados, escogidos para el regocijo de la realeza, y cuya desgracia fue perfectamente plasmada por pintores como Velázquez o Carreño de Miranda.
Textos adaptados procedentes de La escritura reivindicada: Claves interpretativas en los ensayos de José Jimenez Lozano (2005) de José R. Ibáñez Ibáñez
