Es una colección de treinta y tres cuentos breves sobre gentes pequeñas. La grandeza de estos relatos -referida en el título- ha de entenderse como la que proporcionan esas vidas humildes que hacen la historia. El conjunto se traba desde una profunda unidad entre las partes, la que le concede el narrador, un personaje adulto que recuerda: personajes (por ejemplo, una niña desamparada y frágil, la ‘Zótica', o un forastero desconocido), acontecimientos y situaciones (la llegada de la televisión o el paso del coche de Franco por una aldea castellana, las revanchas y odios tras la guerra civil o la exclusión de lo diferente) y dramas de infancia y juventud (el descubrimiento del erotismo de la Biblia, la tristeza de una madre, el peso de la falta de un padre o la alegría de un pájaro exótico). Se trata de una colección de historias que construyen una intrahistoria ‘sui generis' de la posguerra española.